ALTO DEL CHUZO, LA MONTAÑA ENCANTADA.
El Alto del Chuzo es el sitio más rico en leyendas e historias en nuestra región. Es una montaña piramidal que ceñía el antiguo camino que comunicaba a la ciudad con Marsella; en su entorno, contaban los abuelos, sucedían extraños fenómenos interpretados como misteriosas señales lanzadas por la montaña: la presencia súbita de una gallina con pollitos de oro; un prolongado sonido de campanas se esparcía por el sector y en determinados días se percibían grandes resplandores, la montaña parecía arder como si estuviera envuelta por gigantescas lenguas de fuego. Otras personas aseguraban haber visto naves espaciales en su entorno, catalogándola como un portal para acceder a otra dimensión.
Así como se intentó secar la laguna de Guatavita a principios del siglo pasado, para recuperar el oro que los Chibchas en sus ceremonias dejaron en su lecho, muchos cazafortunas financiaron excavaciones o invirtieron sus herencias en la montaña del Chuzo, intentando llegar, sin resultados positivos, hasta el sitio donde se hallaba el oro y las inmensas riquezas insinuadas por las crípticas señales que emitía.